Las infraestructuras que acompañan a cada campeonato de MotoGP llegan a ser espectaculares. Cada equipo está formado por un ejército de miembros que hacen realidad cada quince días este espectáculo dedicado a la excelencia del motociclismo: Pilotos, mecánicos, ingenieros, patrocinadores, e incluso cocineros y personal de servicio. Durante unos tres días el área del paddock de un circuito se convierte casi en una micro-ciudad, en la que conviven cientos de personas de varias nacionalidades distintas. Para ello, la solución, desde hace ya mucho tiempo son las mega estructuras desplegables que transportan los camiones, y por supuesto, las motorhomes.
Un hospitality es algo así como un centro de operaciones de un equipo, en el que, además de desayunar, comer y cenar, sirve para realizar las reuniones de estrategia, trabajar con los patrocinadores y recibir a los invitados VIP.
En esta imagen vemos el impresionante hospitality del equipo Ducati, una estructura que parece obra de los mismísimos Transformers, en la que se combinan una serie de piezas, que han de ser transportadas por varios camiones, para crear la eficaz y grandiosa estructura como base de operaciones del equipo.
Sin estos impresionantes camiones, los campeonatos de MotoGP no serían lo que son. No habría forma de transportar de forma eficaz lo necesario para que todos los trabajadores y participantes puedan desempeñar su trabajo a gusto en busca del éxito de su equipo,y de superarse a sí mismos, campeonato tras campeonato.
Cada hospitality es un mundo distinto, un microuniverso creado en torno a un equipo, a unos valores, a un súper patrocinador, y aunque en la pista no faltan las rivalidades, en el paddock triunfa la camaradería profesional y el buen ambiente.
El pasado fin de semana, Jorge Lorenzo se alzó como gran vencedor en MotoGP, con Rossi y Maverick completando el podio. Márquez se cayó, pero al final entró 13º y sumó tres puntos en el GP de Francia en Le Mans.