Megacamiones en España

Hace sólo cuatro meses, el pasado diciembre, se aprobó la modificación del Reglamento General de Vehículos, lo que permitirá la circulación de conjuntos de vehículos en configuración modular compuestos por más de seis ejes y hasta 60 toneladas de MMA y 25’25 metros de longitud, aprobados y habituales hace ya tiempo en toda Europa. Aún se espera que el Ministerio del Interior publique la orden que va a permitir la obtención de las autorizaciones para poder circular con estos megacamiones, y ya hay quien celebra esta esperada medida, como la AECOC (Asociación Española de Codificación Comercial) una entidad que reúne a fabricantes y distribuidores de productos de gran consumo. Esta importante asociación, referente en el mundo del transporte, asegura que esta nueva normativa logrará una mejora de la productividad en un 38% de los costes tonelada-kilómetro, un impacto positivo tanto para  las empresas de la industria como para  los transportistas independientes. Además, estas medidas supondrán  una  reducción de los  costes en 3.800 millones de euros al año, más un descenso de emisiones de CO2 de más de 305.000 toneladas anuales.

Sin embargo, también se han alzado voces en contra de esta iniciativa, como las del grupo parlamentario Podemos-En Común Podem-en Marea que ha registrado en el Congreso de los Diputados una “Proposición no de Ley” en la que se insta al Gobierno a derogar la modificación del Reglamento General de Vehículos que ya fue aprobada el pasado mes de Diciembre, alegando que la introducción del megacamión en España supondrá un peligro para la seguridad vial y un daño al medio ambiente.

Este grupo parlamentario considera que la aparición de camiones más largos y más pesados en la heterogénea y deteriorada red vial que tenemos en España (debido a la falta de mantenimiento) supondrá un peligro para la seguridad de todos los usuarios de la carretera, según demuestran los estudios independientes que han analizado experiencias piloto previas en la Unión Europea. Añaden también que su circulación costará a los contribuyentes cientos de millones de euros adicionales puesto que las carreteras españolas no han sido diseñadas para soportar este tipo de vehículos, ni desde el punto de vista de su diseño en sí o de su señalización, algo especialmente grave en el caso de su deficiente mantenimiento.

Afirman, además, que a medio plazo los megacamiones dañarán el medioambiente porque se trasvasará carga desde el ferrocarril eléctrico a estos colosos del transporte que, de momento, dependen de motores de combustión interna, según indica la proposición parlamentaria.

El actual Gobierno en funciones, sin embargo, ha aprobado el megacamión con el objetivo de contribuir en la mejora logística del transporte terrestre, ya que, gracias a este tipo de configuración de vehículos se lograría una importante mejora en la productividad.

A fecha de hoy estas medidas están pendientes de publicarse definitivamente, cosa que vendrá de la mano de la Dirección General de Tráfico. Estamos a la espera de que se haga pública la Instrucción Técnica que establecerá los requisitos exigidos para autorizar la circulación de este nuevo tipo de conjunto de vehículos en las carreteras españolas.